El orgasmo femenino sigue siendo uno de los grandes desconocidos,, incluso para una mayoría de mujeres. Se produce tras un periodo de excitación erótica que provoca la vasodilatación de la cavidad vaginal y un aumento de la circulación sanguínea en el útero. La transudación provoca la lubricación de todo el aparato vaginal.
En el momento del orgasmo, los músculos perineales y perivaginales se contraen de forma involuntaria y rítmica. Al mismo tiempo, experimentas una sensación de placer que parte de la vagina hacia la pelvis. También el útero se contrae, aunque no tengas constancia directa de ello. Interesante, ¿verdad? Conoce ya los distintos tipos de orgasmo y cómo experimentarlos.
Tipos de orgasmo femenino
Mucho se ha hablado de la sexualidad femenina sin tener constancia de que el orgasmo de la mujer puede tener distintos tipos. ¿Te apetece conocerlos?
El clitoriano
Se obtiene por la estimulación directa del clítoris. Puede ser manual, con sexo oral o con algún tipo de juguete. Es muy intenso y casi eléctrico.
El vaginal
Si bien puedes pensar, y es cierto, que se consigue durante la penetración, no debes obviar que también el punto G (situado en la cavidad superior tras el pubis) tiene mucho que decir en que experimentes una sensación más placentera.
El mixto
Proviene de la estimulación de diversas zonas erógenas como el perineo, el ano o los pezones. Puede acompañarse de los dos tipos anteriores.
El anal
El ano tiene miles de terminaciones nerviosas que pueden proporcionarte muchísimo placer. El tipo de estimulación que elijas marcará la intensidad de tu orgasmo.
Los pezones
Su estimulación directa puede provocar que sientas un orgasmo de intensidad variable y muy placentero.
Orgasmo femenino, estimula todas aquellas partes de tu cuerpo que te hacen disfrutar
Como acabas de comprobar, no debes limitarte a tu vagina o al clítoris para conseguir el orgasmo. Te aconsejamos que incluyas en tus juegos las caricias a los pechos, la nuca y la espalda. Igualmente, la zona del perineo y del ano es muy sensible y contribuye a disfrutar de sensaciones distintas a las que generan el sexo oral o la penetración.
Asimismo, es siempre recomendable que seas tú quien se dedique a explorar cuáles son las zonas erógenas que te provocan más placer. Todas tenemos una serie de puntos que nos gustan más que otros y que nos ayudan a alcanzar un orgasmo casi a la carta. Todo tu cuerpo es susceptible de generarte sensaciones únicas.
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